Del 30 de octubre al 2 de noviembre los campechanos celebrarán a las almas de sus seres queridos con actividades que la cultura maya les heredó como El Hanal Pixán.
En Campeche, se tiene la creencia popular de que el alma que muere obtiene permiso para seguir acompañando a los seres vivos; éstos a su vez cada año les demuestran que siguen siendo parte fundamental en sus vidas. Y es que del 30 de octubre al 02 de noviembre los campechanos celebran a las almas de sus seres queridos con actividades místicas que la cultura maya les heredó como El Hanal Pixán, o comida tradicional que se ofrece a los muertos.
De esta manera Campeche es una gran opción para visitar durante la conmemoración del Día de Muertos y conocer más de las tradiciones al sureste de nuestro país; aquí te compartimos 4 peculiares razones que seguramente te convencerán:
La comida de las Ánimas, celebración maya a los muertos
Consiste en la bienvenida que los vivos le dan a los pixanes o ánimas visitantes, recibiéndolos con ofrendas florales, aromatizantes y luminosas, pero sobre todo, con mucho sabor.
Los espíritus que llegan hasta el altar son atraídos por los rezos familiares y las luces de las velas. Al llegar hasta las ofrendas, los pixanes tienen la capacidad de despojar a la comida de sus “almas”, por ello la comida se debe de colocar fresca, caliente y muy olorosa, pues eso será lo que “comerán” las ánimas. Al enfriarse y perder su frescura, será turno de los vivos, quienes disfrutarán de los alimentos.
En el caso de los pixanitos o almas de los niños, además se les ofrece juguetes y silbatos de aves o animales hechos de barro o arcilla y pintados con colores por los niños de la casa, dulces entre los que destacan las cocadas, el dulce de papaya y de calabaza.
El Pibipollo
El pibipollo es una metáfora maya y al mismo tiempo una experiencia gastronómica única. Es un platillo a base de maíz y xpelón (frijoles tiernos), relleno de carne, envuelto en hoja de plátano y horneado bajo tierra y que es el elemento principal del altar del Hanal Pixán.
Para las familias campechanas no hay altar de muertos, sin pibipollo. Es una comida sagrada e intocable para la población peninsular, pero lo que hace único a este platillo es la simbología que tiene dentro de la cosmovisión maya, sus ingredientes al ser cocinados representan a un difunto: la masa del pibipollo, simboliza carne del muerto, las entrañas son representadas por el guiso de carne con el que se rellena el platillo. Los frijolitos de xpelón figuran la putrefacción del cuerpo humano al morir, mientras que las hojas de plátano son las mortajas. Finalmente, el hoyo de tierra donde será cocinado, llamado pib en maya, es la tumba.
Pomuch y la Limpieza de Huesos
A 20 minutos de la ciudad amurallada se encuentra la pequeña localidad de Pómuch donde se realiza un ritual maya único en el mundo: La Limpieza de Huesos.
Esta práctica ritual consiste en sacar de sus tumbas los restos de los parientes y “bañarlos” para dejarlos listos para el Hanal Pixán. De manera puntual las familias se visten con sus ropas de fiesta y se dan cita en el cementerio y amorosamente, con una brocha, sacuden cuidadosamente el polvo de las vértebras, del cráneo y de todos los restos óseos de su familiar fallecido. Mientras se realiza el baño ritual, los familiares hablan con sus muertos, relatándoles todos los acontecimientos del año.
Esta tradición milenaria, lejos de ser macabra, es símbolo de mucho amor por los seres queridos que se adelantaron y que viven en la memoria del pueblo maya de Campeche.
Hanal Pixán en el corazón de Campeche
En la Calle 59, corazón de la antigua ciudad amurallada y hoy corredor peatonal, se lleva a cabo una gran muestra de los altares tradicionales, así como concursos infantiles, degustaciones de platillos típicos y venta de postres campechanos, todo cobijado por las coloridas casonas del siglo XVIII del viejo puerto colonial.
Esta gran fiesta se realiza el 29 y 30 de octubre, y reúne a más de 100 participantes, entre comunidades mayas, organizaciones civiles, instituciones educativas y negocios particulares, las cuales construyen típicos altares con elementos auténticos, que serán exhibidos por la noche ante más de 10 mil visitantes, quienes desfilan por más de 5 calles para contemplar las ofrendas del Hanal Pixán con su pibipollo y su limpieza de huesos.
La experiencia de la fiesta del Hanal Pixán en Campeche es completa, colores, olores y sabores en una tradición milenaria única en el mundo que los campechanos custodian y viven año con año con mucha alegría. Una experiencia sobre la muerte que bien vale la pena vivir una vez en la vida.