*Cada 19 de noviembre, Belize celebra la llegada del pueblo garífuna con coloridas danzas, música vibrante y rituales que mantienen viva su cultura.
El próximo 19 de noviembre Belize celebra el Día del Asentamiento Garífuna, el cual conmemora la llegada de cerca de 500 Garinagu a Belize procedentes de Honduras.
Todo el pueblo se une a esta fiesta, con eventos vibrantes que se llevan a cabo en diferentes lugares del encantador país centroamericano, como Dangriga, Belize City, Orange Walk, San Ignacio y Hopkins.
Aunque la primera llegada de Garinagu a Belize fue en 1802, cuando 150 arribaron como trabajadores asalariados en campamentos madereros en el sur, el día del Asentamiento Garífuna rinde homenaje a la llegada masiva de 500 Garinagu, liderados por Alejo Beni, a las orillas de North St. Ann's Creek el 19 de noviembre de 1823.
La fiesta se estableció en 1941 y se convirtió en fiesta nacional en 1977.
Los garífunas descienden de los caribes negros, que fueron desplazados de la isla de San Vicente tras ser derrotados por los británicos.
Acabaron asentándose en las costas del sur de Belize, donde entraron a formar parte de la sociedad beliceña.
Este acontecimiento histórico sentó las bases para la vibrante presencia de la comunidad garífuna en Belize, contribuyendo no solo a la diversidad cultural de la nación, sino también a su vigoroso movimiento obrero, su desarrollo económico, su implementación de la educación en todo Belize y su lucha por la independencia.
Las 19ª Celebraciones, como se las conoce en Belize, comienzan con una recreación del histórico “Viaje de los Garinagu” o “Yurumein” desde San Vicente a Roatán, Honduras, y luego a las costas de Belize.
Yurumein significa “San Vicente” en lengua garífuna, y el viaje comienza temprano por la mañana, con los participantes remando en botes mientras recrean el recorrido. Al desembarcar, uno de los capitanes de Chatoyer pide permiso a las autoridades para que todos se instalen, pero se lo niegan dos veces. Al tercer intento, se les permite desembarcar.
Yurumein es una representación cultural y simbólica de las diversas figuras históricas Garífunas, como Joseph Chatoyer y Alejo Beni, y las canciones reflejan las duras condiciones a las que se enfrentaron durante su viaje.
La procesión está encabezada por la bandera negra, blanca y amarilla de la nación Garífuna, símbolo de su herencia africana y amerindia, y de su búsqueda de la paz.
Además de figuras históricas, la nación Garífuna está representada por viajeros, entre los que se encuentran un anciano y una anciana, una mujer embarazada, otros adultos y niños.
De las barcas sacan cosechas como la mandioca, el plátano y la caña de azúcar que trajeron los antepasados.
Al ritmo de los cantos y bailes acompañados de dos tipos de tambores, el primero y el segundo, y de los agitadores de calabaza llamados sisira, los participantes son conducidos en procesión a la iglesia para celebrar una misa de acción de gracias.
El tema de la celebración de este año es “¡Afeduha waméi wagücha, afareinha waméi wanichigu!” que significa “Celebrando nuestras raíces; compartiendo nuestra cultura”. (Trabalenguas).
Este tema hace hincapié en honrar los orígenes culturales, familiares e históricos de los garífunas abrazando las tradiciones y los valores que han dado forma a su comunidad.
Destaca la importancia de conectar con las raíces garífunas y, además, subraya el papel fundamental de transmitir conocimientos, valores y experiencias a las generaciones futuras.
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