*Un palacio de la "belle époque" situado en el conocido Triángulo del Arte en Madrid, con más de un siglo de historia
A lo largo de los años, Mandarin Oriental Ritz Madrid, se ha convertido en un ícono de la hospitalidad de lujo y una joya arquitectónica, combinando su rica herencia histórica con una renovación que lo posiciona como un destino cultural y de diseño.
Fue en 1910 cuando el hotel Ritz de Madrid abrió sus puertas en una ceremonia de inauguración presidida por los invitados de honor: el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia, nieta de la reina Victoria de Inglaterra.
Desde sus inicios, el hotel se destacó como uno de los más elegantes de Europa. Más de cien años después, el inconfundible estilo de gestión hotelera de César Ritz sigue siendo evidente en cada rincón.
Bajo una asombrosa y meticulosa restauración a manos del arquitecto Rafael de la Hoz y los interioristas franceses Gilles & Boissier, los elementos arquitectónicos fueron preservados apostando por una decoración en la que predomina la elegancia y el clasicismo, pero con un toque contemporáneo.
Ubicado en el distinguido barrio del Retiro, el Mandarin Oriental Ritz, Madrid es un punto de encuentro entre el arte, la arquitectura y la exclusividad.
A pocos pasos de los museos más renombrados de la ciudad, el hotel ofrece a sus huéspedes no solo alojamiento, sino un acceso privilegiado al arte y la cultura que definen a Madrid.
Esta conexión con el entorno se percibe en el lobby, donde el estudio londinense Haberdasher rinde tributo al arte con un espectacular “chandelier” inspirado en el follaje español, con hojas y frutos como el madroño y el olivo.
La cúpula de cristal de los salones centrales es la joya de la corona. Oculta durante más de 80 años, ha sido redescubierta y restaurada por Rafael de La - Hoz, siguiendo los planes y diseños originales de César Ritz.
La influencia del Museo del Prado se percibe en cada rincón, creando una conexión visual entre ambos.
Así, las referencias a las obras del museo se reflejan en el proyecto fotográfico de Paula Anta que adorna el salón de Pictura, con retratos de artistas y arquitectos contemporáneos como Alberto Campo Baeza vestidos al estilo del Siglo de Oro español, en un homenaje a las pinturas de Velázquez.
Elementos exclusivos como el cuero del hotel provienen de Córdoba, ciudad conocida por su marroquinería y la tradicional técnica de guadamecí, un diseño intrincado repujado en oro y plata que data del siglo X y se trabaja exclusivamente en Córdoba.
Cada pieza ha sido cuidadosamente elaborada a mano para preservar los matices de la piel y resaltar su belleza y singularidad.
Los muros de los baños están recubiertos con piedra dolomita, un tipo de mármol griego de alto contenido en calcio, que le confiere un brillo opalino y un efecto acogedor y luminoso.
El Mandarin Oriental Ritz, Madrid reafirma su compromiso con la excelencia en la hospitalidad, consolidándose como un referente para los viajeros que buscan una experiencia arquitectónica auténtica en un entorno de lujo, arte y confort.
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